El pósito o "londiga" (alhóndiga) era una institución, y un edificio, dependiente del Concejo o ayuntamiento. Su cometido esencial era el préstamo de cereal, trigo y cebada, a los labradores que precisaran grano para su subsistencia o para llevar a cabo la sembradura de sus cosechas. Los responsables municipales nombraban anualmente a un mayordomo, que precisaba del aval de múltiples fiadores, que arriesgaban sus capitales para el aseguramiento de sus idóneo funcionamiento. La mayordomía del pósito otorgaba un importante prestigio a los hogares que ejercían tales gestiones. La alhóndiga era un inmueble en el que se alojaban las miles de fanegas de tales granos, sometida a múltiples deterioros y precisaba de notables inversiones para su reparación o rehabilitación.